
El Centro Cultural y Deportivo Las Américas, albergó una cita más con Nación Lucha Libre, donde hubo algunos debuts y merecidos homenajes a Estrellas de las Lucha Libre, además de una batalla estelar que el público disfrutó.
Previo a la primera lucha, Dos Caras y Tinieblas salieron al escenario para alentar a L.A. Park a escoger un compañero y recuperar la empresa en manos de los extranjeros, Alberto del Río fue el elegido.

El nuevo ciudadano, Sangre Azteca, abrió la noche ante Súper Nova en una lucha mano a mano, donde a pesar del dominio debutante, no pudo llevarse la lucha pero será interesante el nuevo camino que tendrá en su nueva casa.

El Hijo de Dos Caras, enfrentó a Cien Caras Jr. en una lucha que sentí convirtió en guerra y que deja en expectativas una posibilidades de retarse por las máscaras. El de la Dinastía Dinamita se llevó la victoria tras cambiar de máscaras durante una distracción del referí y consiguió el conteo de tres.

Otro luchador que debutó en Nación Lucha fue Jack Evans quien hizo equipo con Hijo de L.A. Park y L.A. Park Jr. solo para ser derrotados por Galeno del Mal, Cuervo y Oz. Tras la victoria conseguida por el menor de los Wagner, los Juniors de L.A. Park atacaron al Galeno.

Rosy Moreno y Reina Oscura vencieron a Lady Flamer y Dulce Sexy, al término de la lucha, las rudas atacaron a las regiomontanas.

El Hijo de Dos Caras no se cansó de aparecer y en una segunda oportunidad, se unió a La Máscara para enfrentar a Apolo y a Chavo Guerrero, este último aplaudido en demasía por la afición. Tras la victoria de los técnicos, el boricua comenzó ataques ante sus rivales, Guerrero lo detuvo y dijo sentirse agradecido por defender a los mexicanos.

En la lucha denominada: Requiem por el Toreo, Solar y Súper Astro se llevaron la lucha, aplausos, ovaciones y el dinero de los aficionados al vencer al Negro Navarro y Black Terry, donde la nostalgia se hizo presente por el recuerdo de aquellas noches, el grito de: “Esto es lucha” retumbó en el recinto.

La lucha estelar, presentó a Carlito y El Mesías ante Alberto del Río y L.A. Park, quienes comenzaron los ataques desde la entrada de ambos. Una auténtica batalla que terminó por destruir todo a su paso, sillas, mesas y hasta botellas, ya que cuando el referí se distrajo, Ricardo Rodríguez estrelló una en la cabeza de los extranjeros. La Nación celebró el triunfo de Tapia y Del Río celebrando todos en el ring como una familia.


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