
El FC Barcelona debía ganarle al Cádiz para que sus aspiraciones de competir por el título de liga se mantuvieran intactas; sin embargo, un error le costó el partido, los 3 puntos y muchas posibilidades de seguir en esa lucha: el penal cometido por Clément Lenglet.
El Barça lo ganaba 1-0, cuando una patada en el área de Lenglet sobre Rubén Sobrino, terminó en la pena máxima a favor del equipo visitante. Así fue la jugada que desembocó en el gol de Alex Fernández, para poner tablas definitivas en el encuentro.
Bien es cierto que los aficionados culés opinan que el nivel del central francés, ha ido a la baja en los últimos meses, pues no es la primera vez que, por errores de él, los blaugranas no logran conseguir lo que desean.
Todo este cúmulo de sensaciones provocaron que el futbolista galo saliera llorando y tapándose el rostro, por la lástima y culpa que sentía, después de toda la mala racha que ha sufrido.
¿Será esta la gota que derrame el vaso en la trágica novela que ha envuelto al defensa y al club español?
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